LA MÁQUINA DE BABBAGE
Con la industrialización, las necesidades de cálculo iban creciendo. Babbage fue el encargado de crear en 1833; la máquina a la que bautizó como analítica.
Era completamente mecánica y formada por engranajes, palancas, levas y otros tipos de mecanismos, y se diseñó para realizar cualquier operación aritmética y enlazar varias de estas operaciones entre sí. Esta máquina tenía un mecanismo de entrada y de salida, una memoria, una unidad de control y una unidad aritmético-lógica.
Dicha máquina nunca llegó a terminarse; Babbage no pudo llegar a conseguir la financiación necesaria y diseñó e inventó materiales y esquemas que le permitieron conseguir fondos.